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Sinopsis En un mundo completamente devastado por el cambio climático, donde la mayoría de animales se han extinguido, las temperaturas han subido varios grados y los polos se derritieron hace años, nacen Eilne y Nie, dos mellizos, últimos representantes del odiado Clan de las Dos Lunas. Para librarles del peligro de estar en el punto de mira de los mediocres que gobiernan el mundo Rea, la madre de los mellizos, envía a sus hijos al pasado, aunque se mantiene en contacto con ellos a través de los sueños y del subconsciente. Cuando alcanzan los doce años, les encomienda una misión que deberá traerlos de vuelta al lugar y la época de la que proceden, donde deberán fundar una ciudad que salve al mundo in extremis. Los habitantes de este lugar idílico, único superviviente de un mundo en ruinas, deberán llegar del pasado, como ellos, y pertenecer a su mismo Clan.
La autora ha dicho de esta novela: “La literatura en la que yo creo, aquella que busco como lectora y sueño escribir, es la que arrebata pero alimenta. Una historia poderosa que arrastre al lector es indispensable, pero no basta. Es precisa la reflexión, el calado, que la novela te permita la toma de posiciones, pensar en ella cinco minutos o cinco años (mejor) después de cerrarla. En ese sentido, Dos Lunas plantea cuestiones de actualidad, que darán sin duda para un largo debate, pero planteadas bajo la apariencia de una novela de ciencia-ficción de acción trepidante.”
Han dicho de él...
Rubén Castillo Gallego. El Noroeste
(Murcia) Y una de arena... Aunque con un planteamiento que en algún momento se deja lastrar por más de un tópico y con unos personajes lo suficientemente superficiales para no herir sensibilidades, Dos lunas se lee de un tirón gracias a un cierto oficio a la hora de dosificar la información y de mantener la tensión argumental, aunque a medida que se acerca el desenlace el texto pierde fuelle y algunos de los planteamientos de los primeros capítulos se resuelven de forma precipitada, con lo que al final uno tiene la sensación de que la autora ha cubierto el expediente y poco más.
Victor Aldea,
CLIJ (febrero 2009)
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